Rehabilitación [Energética]
Vivimos en un país donde el 55% del parque residencial fue construido antes de 1979, año en el que entró en vigor la NBE CT-79, la primera normativa cuya misión era regular el consumo energético de los edificios, obligando a la colocación de aislante térmico en los cerramientos, de la que Canarias estaba exenta de gran parte de su cumplimiento (Coeficiente de transmisión térmica global KG del edificio), para más inri.
Por lo tanto, la mayor parte de los edificios existentes, y sobre todo los residenciales, están lejos de las condiciones de buen funcionamiento energético y óptimas condiciones internas de confort y bajo impacto ambiental, por lo que son responsables de un consumo significativo de energía, es decir la gran mayoría de nuestras viviendas son un agujero negro de pérdidas energéticas.
En el contexto actual, la Rehabilitación de edificios es una de las medidas clave de mejora de la eficiencia energética, aunque existen barreras claras a su implantación, como la inversión requerida, la falta de financiación y el desconocimiento de las medidas más apropiadas para optimizar los proyectos a nivel energético y económico.
Qué es una Rehabilitación energética
La rehabilitación energética consiste no sólo en aquella acción constructiva o edificatoria realizada para mejorar las condiciones estéticas, de habitabilidad, de salubridad, de accesibilidad, de seguridad estructural, constructiva y de las instalaciones y de protección frente a agentes exteriores, sino que va más allá, realizando una serie de mejoras en el edificio para reducir la demanda y el consumo energético del inmueble, reduciendo al mismo tiempo tanto las emisiones de CO2 a la atmósfera, como las facturas energéticas mensuales.
Se actuará en la “piel” o “envolvente” del edificio (fachadas, cubiertas, huecos…) ya que su comportamiento y capacidades aislantes infieren directamente en el confort térmico en el interior, con el objetivo de Reducir la Demanda Energética. Por otro lado, se llevaran a cabo actuaciones sobre las instalaciones para reducir el consumo. Mejorando las instalaciones y favoreciendo la diversificación de fuentes de energía consumidas, aumentando su rendimiento y eficiencia energética.
La Rehabilitación Energética tiene como objetivo la mejora de todos estos elementos y factores que influyen en un mayor consumo energético del realmente necesario para alcanzar el estado de confort, pudiéndose llegar a reducir el consumo energético de su vivienda en hasta un 50%-60%, mediante una correcta Rehabilitación Energética. La introducción de estas medidas se realizará acorde con unos criterios eficientes y con la utilización de materiales con características sostenibles, que sean reciclados o reciclables y con una larga vida útil.
Metodología de una Rehabilitación Energética
La rehabilitación energética de la edificación requiere considerar la respuesta global del mismo frente a las condiciones ambientales exteriores, considerándolo como un sistema único, y la actuación en cada uno de los subsistemas que lo componen: elementos de cerramiento de la edificación, sistemas de acondicionamiento térmico y sistemas de acondicionamiento lumínico.
Se analizan en primer lugar, el edificio como contenedor, sus posibilidades de respuesta frente a las condiciones ambientales exteriores y el papel de los elementos de cerramiento como sistemas de regulación energética. Para ello se analizan los principios y las estrategias bioclimáticas de actuación, incorporándose las mismas en el análisis y propuesta de sistemas de mejora energética de los elementos de cerramiento.
Una vez analizado el edificio como contenedor, se analizan los sistemas de acondicionamiento térmico y lumínico consumidores de energía en el edificio.
Se abordan, las posibilidades de optimización energética de los sistemas de climatización de la edificación tanto en su composición como en su abastecimiento y funcionamiento.
Por último, se consideran los sistemas de acondicionamiento lumínico de la edificación, sus características y las diferentes actuaciones para reducir su consumo energético.
Amortización
Las facturas de electricidad, agua y gas son los elementos que componen el gasto energético habitual de una familia y que suponen un porcentaje importante de los gastos mensuales de un hogar y de los que nadie se puede librar.
Teniendo en cuenta que los gastos necesarios para una Rehabilitación, pueden amortizarse en un plazo que variará entre los 5 y los 15 años dependiendo de las condiciones actuales del inmueble y la envergadura de la intervención, lo que es un periodo muy corto de tiempo si lo comparamos con la vida útil del mismo. Podemos concluir que la Rehabilitación Energética no es sólo beneficiosa para el medio ambiente (por la considerable reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera), si no también para el propietario de la vivienda por la reducción considerable en el gasto mensual que conlleva el uso habitual de la misma.
Además, el hecho de tener un hogar más eficiente energéticamente, le otorgará a la vivienda, una mejor Calificación Energética, lo que le dará un valor extra al inmueble en una futura transacción, tanto de alquiler como de compra, frente a inmuebles similares pero menos eficientes energéticamente hablando.
Ruina energética
El objetivo sería extender y profundizar en el concepto del deber de conservación en las edificaciones a temas como el confort térmico, la adecuación y mayor eficiencia térmica de las instalaciones, con criterios actuales y sostenibles.
Esto nos llevaría a la aparición del concepto de ruina energética cuando las edificaciones no cumplan estos criterios de eficiencia energética, sostenibilidad y respeto al medioambiente.